Esto afecta a pymes, a multinacionales y, en menor medida, a particulares. De hecho, la SEPA concierne de forma
general a todas las empresas que pagan a sus proveedores nacionales o transfronterizos y a sus empleados
mediante transferencias, y que cobran a sus clientes mediante adeudos domiciliados. El 1 de febrero de 2014, el
100% de los flujos de transferencias nacionales y de adeudos domiciliados en la zona euro serán flujos SEPA