similar a las principales potencias turísticas. Los estudios muestran que España no está perdiendo competitividad y sigue siendo un
destino deseado. Por eso el Gobierno actuó desde el principio para evitar la destrucción de empleos y empresas en un sector que se
reactivará con rapidez cuando acabe la pandemia. Junto a lo urgente, debemos ocuparnos también de afrontar los retos pendientes y
avanzar hacia un modelo de turismo más sostenible, más digital y de mayor calidad, aprovechando la oportunidad que representan
los fondos de recuperación europeos