crisis financiera desatada en 2007 hacia los nuevos desafíos en los ámbitos digitales y de sostenibilidad. La pandemia ha supuesto un
paréntesis obligado, que ha requerido ajustes específicos para mantener el crédito a las empresas y hogares en una situación de emergencia.
Tanto los bancos como las autoridades han mostrado una flexibilidad y capacidad de reacción notables, que han contribuido
a paliar los efectos de una crisis tan global como inesperada. La crisis ha traído consigo lecciones importantes que se incorporarán al
bagaje regulatorio en los próximos años