Materiales y métodos: Seguimos cuatro pasos: fase preliminar; primer nivel (pruebas analíticas); segundo nivel (neuroimágenes cerebrales); y fase de valoración (cinco grados de secuelas, de 0 a 4) que fueron aplicados en 13 peritajes (5 accidentes de circulación, 1 atraco, 3 estrés laboral, 4 mobbing).
Resultados: En los casos con pruebas normales no se apreciaron secuelas; con analíticas alteradas se valoró un alta indebida o secuelas no incapacitantes y con neuroimágenes patológicas sí se valoraron secuelas con invalidez.
Conclusiones: El método ha mostrado buena correlación entre daño y secuelas. Cuando el paciente no aceptó pruebas analíticas o neuroimágenes, el protocolo fue muy útil para la convicción jurídica y la estimación de jueces y magistrados