Material y metodología: estudio retrospectivo, con dos grupos de pacientes, A: 29 pacientes (26 hombres y 3 mujeres ) con gonartrosis medial y genu varo, tratados con osteotomías de cierre. Edad media 53 años. B: 29 pacientes (25 hombres y 4 mujeres) con osteotomías de apertura. Edad media 42 años. Las osteotomías de cierre se fijaron
con grapas y las de apertura con placas. Se midieron el eje anatómico, el ángulo de corrección y la pendiente del platillo tibial, previos a la cirugía y a la 10ª semana. En el grupo B, se analizó la posición de la placa en el plano lateral.
Resultados: La corrección del eje anatómico fue de 4,7º en las osteotomías de cierre y 7º en las de apertura. El eje fémoro-tibial aumentó con las placas de mayor tamaño (p=0,02). En las osteotomías de cierre disminuyó la pendiente tibial (0,32º) y en las de apertura aumentó (5,68º). Las placas situadas por delante aumentaron la
pendiente tibial (p=0,004).
Conclusión: en la osteotomía tibial de apertura, conviene situar la placa lo más posterior posible, para evitar la traslación anterior de la tibia, aumentar la tensión sobre el LCA y conseguir mayor corrección del valgo.