Pacientes y metodología: Estudio observacional, descriptivo y transversal en 1.386 pacientes >50 años con artrosis
de rodilla, dolor >40 mm en la escala visual analógica (EVA) e impotencia funcional a la deambulación <30 minutos.
Resultados: El 61% definía su enfermedad como limitación de la movilidad y dolor por desgaste de la articulación.
Un 28% señaló la intensidad del dolor en 60-70 mm. El 77% había dejado de realizar alguna actividad y en el 94% había empeorado su CV. Los pacientes de ámbito urbano, con estudios y que vivían en familia conocían mejor la enfermedad, tenían un EVA <50 mm y una evolución más corta de la enfermedad. El mayor nivel de estudios se
asoció con un cumplimiento terapéutico aceptable (31% no farmacológico, 51% farmacológico). El 82% consideraba que los fármacos mejoraban su CV y el 65% conocía el nombre de los medicamentos. El 95% tenía al menos una enfermedad concomitante, principalmente hipertensión arterial, enfermedad gastrointestinal, obesidad, dislipemia y trastornos del estado de ánimo.
Conclusión: El nivel sociocultural se asocia con mayor conocimiento de la enfermedad, adherencia al tratamiento y calidad de vida. Hay mayor uso de fármacos y menor tendencia a medidas no farmacológicas. De las enfermedades concomitantes, la HTA y la obesidad se relacionan con menor calidad de vida