desde la segunda guerra mundial. La pandemia de la covid-19 forzó al confinamiento de la población en prácticamente todo el planeta,
lo que provocó al tiempo un shock de oferta y otro de demanda. Los gobiernos reaccionaron con una respuesta coordinada de enorme calado,
lo que ha permitido evitar los peores efectos de una recesión global profunda, si bien, en contrapartida, ha generado un endeudamiento
récord desde que se dispone de datos. Para 2021 se espera un rebote sensible de las economías, del 5,5% en 2021 y del 4,2% en 2022.
El PIB mundial no recuperará su nivel anterior a la covid-19 hasta mediados o finales de 2022, aunque algunos países lo harán antes