Pacientes y metodología: Seleccionamos 29 pacientes en los primeros cuatro días después de padecer un ictus, valorados a los tres y siete días y uno, tres y seis meses, recogiendo tipo de ictus, clasificación (escala de Oxford), déficit neurológico (escala de NIHSS), medidas de discapacidad, valoración de la función motora de la extremidad superior (escala de Fugl-Meyer), tono muscular y balance muscular de la extremidad superior.
Resultados: Los pacientes que presentaron un tono muscular disminuido tuvieron más dificultad en mejorar el control motor de las articulaciones de la extremidad superior. Los pacientes TACI presentaron mayor déficit neurológico, mientras que los tipos de ictus POCI y LACI tenían una función motora mejor con mayor independencia para el desarrollo de sus actividades de la vida diaria.
Conclusión: La simulación virtual del brazo y la mano en pacientes afectados por un ictus proporciona a los médicos y fisioterapeutas una nueva herramienta que permite simular la evolución de los déficits en algunos pacientes