Durante el año 2021, en España han concurrido con la pandemia COVID-19 una sucesión de catástrofes naturales que han puesto a prueba la fortaleza de la Gestión de Riesgos, a las que hay que unir el encarecimiento de las materias primas, la inflación y la dificultad de acceso a determinadas materias primas. Todos recordamos la Borrasca Filomena que afectó a comienzo de año a la zona centro de la Península, los incendios de especial intensidad producidos en la época estival, el terremoto de Granada, de magnitud 4,5 que se dejó sentir en varias provincias andaluzas, las inundaciones extraordinarias asociadas a danas en varios puntos de España y la eclosión del volcán en la Isla de La Palma de cuyas consecuencia devastadoras hemos sido testigos a diario. Finalmente, en el mes de diciembre se han producido importantes inundaciones en la zona norte de España, con desbordamiento de ríos que han dejado anegadas cientos de hectáreas con inmumerables daños materiales. Particulares, profesionales, empresas y Administraciones Públicas hacen inventario de las pérdidas personales, materiales e impacto en las infraestructuras de todas estas catástrofes. A este panorama, se suma el atasco mundial de las obras paradas por materiales cada vez más caros y escasos, el déficit de microprocesadores y la ausencia de materias primas como los semiconductores. En este artículo, el autor aborda el análisis de los actuales entornos más relevantes que afectan a la Gestión de Riesgos, las catástrofes naturales, el papel de los planes de intervención inmediata, el rol del seguro, las medidas paliativas y ayudas del Estado mediante las declaraciones de zonas catastróficas del Gobierno, hechos ocurridos en un entorno complejo post COVID. Nos preguntamos: ¿Qué lecciones extraemos para la Gestión de Riesgos?
Gestión de Riesgos de catástrofes naturales en España
Durante el año 2021, en España han concurrido con la pandemia COVID-19 una sucesión de catástrofes naturales que han puesto a prueba la fortaleza de la Gestión de Riesgos, a las que hay que unir el encarecimiento de las materias primas, la inflación y la dificultad de acceso a determinadas materias primas. Todos recordamos la Borrasca Filomena que afectó a comienzo de año a la zona centro de la Península, los incendios de especial intensidad producidos en la época estival, el terremoto de Granada, de magnitud 4,5 que se dejó sentir en varias provincias andaluzas, las inundaciones extraordinarias asociadas a danas en varios puntos de España y la eclosión del volcán en la Isla de La Palma de cuyas consecuencia devastadoras hemos sido testigos a diario. Finalmente, en el mes de diciembre se han producido importantes inundaciones en la zona norte de España, con desbordamiento de ríos que han dejado anegadas cientos de hectáreas con inmumerables daños materiales. Particulares, profesionales, empresas y Administraciones Públicas hacen inventario de las pérdidas personales, materiales e impacto en las infraestructuras de todas estas catástrofes. A este panorama, se suma el atasco mundial de las obras paradas por materiales cada vez más caros y escasos, el déficit de microprocesadores y la ausencia de materias primas como los semiconductores. En este artículo, el autor aborda el análisis de los actuales entornos más relevantes que afectan a la Gestión de Riesgos, las catástrofes naturales, el papel de los planes de intervención inmediata, el rol del seguro, las medidas paliativas y ayudas del Estado mediante las declaraciones de zonas catastróficas del Gobierno, hechos ocurridos en un entorno complejo post COVID. Nos preguntamos: ¿Qué lecciones extraemos para la Gestión de Riesgos?