Es el momento de hacer un balance provisional de los efectos producidos por la catastrófica emergencia, que está alterando por un tiempo tan continuado los procesos y costumbres de la sociedad.
Para tener una idea de la dimensión del problema hay que comparar estas cifras de la mortalidad por COVID-19 con otras causas de muerte, que en el caso de España resultan, después de la tasa total de 9.024 fallecidos por millón de habitantes, en el último año disponible, 2018, en las más elevadas de enfermedades cardiovasculares, 657, cerebrovasculares, 557, cánceres de pulmón, 557, demencias, 456, e insuficiencia cardiaca, 403, muy inferiores a la tasa del coronavirus, 1094