regulación esté en la calidad de los balances, la rentabilidad y viabilidad de las entidades, la resolución y construcción de colchones de
absorción de pérdidas y el gobierno corporativo. Además, se abordan los retos que plantean la transformación digital de la banca y la
consiguiente emergencia de la regulación digital como respuesta. Se concluye que la regulación no puede darse por finalizada y que
seguirá siendo un factor determinante sobre la actividad y la estrategia bancarias